pedos de vacaa!!

En Nueva Zelanda hay más de 10 millones de vacas, 40 millones de ovejas, un par de millones de ciervos y gamos y varias decenas de miles de llamas y alpacas.
Su digestión origina enormes cantidades de gases que, como es natural, estos inocentes animalitos ni se lo piensan, es decir, ni apuntan, sólo fuego y disparan. Como dato diré que una vaca kiwi expulsa entre 90 y 100 kilos de metano al año, las mismas emisiones que produce un coche que circula 1.000 kilómetros.
Según los cálculos del gobierno neozelandés, la suma de tan enorme cantidad gasística supone más del 40 por ciento de las emisiones de su país que inciden en el calentamiento terrestre.
Estos datos coinciden con los recientes de la FAO. Las flatulencias ganaderas de España suponen en torno al 6 por ciento de las emisiones contaminantes de nuestro país, unas 25.000 kilotoneladas equivalentes de CO2. Unos dos puntos menos de las que producen todos nuestros procesos industriales.
Tan grande es la preocupación de los neozelandeses en cuanto a los pedos de vaca, que han establecido la Flatulence Tax, un impuesto destinado a investigar cómo reducir los pedos de vaca, pronto fue desechada por impopular, mientras que los estudios para variar la genética digestiva vacuna parece que no prosperan.
Sin embargo, un invento alemán que puede ser la solución. Científicos de la Universidad de Hohenheim, han fabricado unas pastillas vegetales que transforman el metano del interior de las tripas de vaca en glucosa.
¡QUÉ DULCES PEDOS DE VACA!