jueves, 16 de septiembre de 2010

La Educación Física como materia escolar 2010-2011: Bienvenidos a la asignatura

En primer lugar, cuando estaba en el colegio, precisando, en infantil, era una asignatura super divertida, los proferores muy agradables y nos hacían un montón de juegos entretenidos (puesto que eramos niños de infantil) esos juegos eran chapas, carreras de sacos, circuitos en el parque del recreo con los toboganes y el arenero, y juegos de relevos, pero sin mucho esfuerzo. Ya fue en el paso a la educación primaria cuando los profesores nos empezaron a exigir algo más de forma física, cosa que se iba elevando según avanzábamos de curso. De primero de primaria a cuarto de primaria lo más común era hacernos juegos; como el pañuelo, como las vidas, partidos de fútbol, de baloncesto, voleibol, béisbol (que era un deporte que practicábamos mucho porque nos gustaba mucho y nos entretenía) y juegos de relevos ya más intensos que en infantil, todos estos juegos iban acompañados con una pequeña clase teórica para saber las reglas de los diferentes deportes que practicábamos en clase, y también aprendíamos los músculos más generales e importantes de nuestro cuerpo.
En quinto de primaria y en sexto de primaria el nivel de la educación física fue subiendo, y ya nos hacían de correr sin parar 5 o 10 minutos. También nos hacían circuitos de resistencia subiendo y bajando bancos, saltando a la comba las veces que ordenara el profesor... pero seguían predominando mucho los juegos como las vidas, sangre, el balón prisionero, el piílla –piílla, el escondite... Lo más novedoso que tuvimos en esos cursos fue que tuvimos que empezar a realizar malabarismos con pelotitas hechas por nosotros y tras haber practicado en clase nos hacía el profesor un pequeño examen de malabares, que supere fácilmente.
Después pasé al instituto, y me seguía encantando esta asignatura porque me apetecía entretenida y me gustaba mucho el deporte, especialmente el fútbol ( además yo ya llevaba jugando dos años al fútbol sala en un equipo de mi pueblo, y continué tres años más realizando dicho deporte, hasta que no nos dejaron seguir practicándolo porque ya no teníamos la edad aconsejada). Por tanto yo estaba genial físicamente y me costaba fatigarme; para pasar la asignatura de educación física ya también nos hacían un examen escrito u oral al habernos dado una teoría sobre las clases prácticas que estábamos realizando. También nos hacían de correr un tiempo asequible, que contaba mucho para la nota de la evaluación o para la nota final, era entre 15 y 20 minutos (esto fue así en los cursos de primero y segundo de la ESO. En tercero de la ESO la exigencia de los profesores empezó a dispararse, haciendo de cada vez menos juegos entretenidos y centrándose mucho en la teoría para llevarla a cabo en la práctica; fue aquí cuando la asignatura me empezó a parecer más aburrida, porque no realizábamos cosas entretenidas y el tiempo de correr estaba entre los 20 y 25 minutos. En cuarto de la ESO fue más o menos como en tercero, sabiendo que es un curso más y que las exigencias aumentan; aquí ya nos mandaban algunos trabajos sobre los distintos tiempos de calentamientos,... y nos hacían seguir todos los días un diario sobre la asignatura. Los exámenes eran más difíciles y con mucha más teoría de lo practicado en clase, como el tenis, el bádminton, el balonmano y el baloncesto (deporte con el cuál siempre terminaba con algún esguince en las manos y que no me gustaba para nada, porque era malísima); con todo esto fue una asignatura asequible, pero lo peor de todo es que nos hacían la prueba de resistencia que duraba de 30 a 35 minutos (tiempo que ya para mí era demasiado); pero esto comparado con primero de bachillerato no fue nada. En dicho curso el profesor nos mandaba muchísimos trabajos: sobre los calentamientos, sobre la dieta, sobre el número de calorías que ingeríamos en una semana, en fin... unos trabajos muy largos y difíciles. Cada trimestre teníamos un examen de todo lo realizado durante el trimestre, ya fuera practico que teórico y todos los días, o casi todos, el profesor nos mandaba fichas para casa. Aquí ya no quería dar más esta asignatura porque estaba cansada de trabajos de ese tipo, y de las pruebas de resistencia, que su tiempo estaba entre 45 y 50 minutos. Además no hacíamos casi ejercicios entretenidos, salvo que, lo más entretenido de ese año fue que el profesor nos mandó hacer una coreografía sobre acrosport, ejercicio que fue muy divertido para todos y del cuál me llevo muy buenos recuerdos.

INÉS ROMERO ALBARRÁN 1º C