Actualmente existen más de 70.000 asteroides catalogados. Algunos con sus propias lunas orbitando a su alrededor. A veces, aunque no es muy común, un asteroide puede acercarse más al Sol que incluso Mercurio. En 1937 el asteroide Hermes se aproximó tanto a nosotros que se creyó que la colisión ocurriría y se llegó a hablar de catástrofe mundial. Aunque no ocurrió, no podemos descartar la posibilidad de que suceda. De hecho, algunos cráteres existentes en la Tierra se deben a impactos meteóricos como el cráter Barringer, en Arizona, o el cráter de Siberia (se calcula que el meteorito que cayó pesaba más de 40.000 toneladas. Arrasó un área de bosque de 32 km. Si hubiera caído sobre cualquier población, la hubiera hecho desaparecer. Actualmente existe un programa, que los científicos concluyeron en 2005, para evitar que si algún asteroide fuera a colisionar con la Tierra, pudiera ser desviado a tiempo.
Ciencia, ciencia, ciencia, tecnología, todo encaminado al progreso, evolución. Interesante…La ciencia en sí no es buena, ni mala, lo que sí puede existir es la mala o buena intención de las personas (homenaje a nuestro querido “Juanan”). ¿Y diréis por qué dice eso? Muy sencillo, porque millones de años de evolución nuestra, con la acción contraria a desviar un asteroide de la Tierra con ese programa hecho en 2005, puede ser nuestra destrucción en cuestión de un instante. ¿Quién garantiza que de haber una guerra no lo usen? Supongo que al igual que tienen a buen recaudo determinados virus que constituirían un arma biológica, tomarán las mismas precauciones con esto. De todas formas ya nos estamos matando con la ciencia, es decir, las armas de fuego, los explosivos…Claro que no es tan escandaloso, no abarca a todo el mundo en su conjunto, sino que va por focos.
Esperemos no haya un desastre biológico, en plan Resident Evil, o asteroidal. Ciencia, observación (hay que saber mirar para ver, cita de una menda por ahí), hipótesis (equivocadas a veces. Porque si no se sabe mirar, no se ve), el Sexto Sentido: “sólo ven lo que quieren ver”. Y no olviden señores que: “las ideas pueden cambiar el mundo”. “Aunque toda la manada diga: no está bien”. Hola Mr. Kiting ¿qué tal? O mejor… ¡Oh! Capitán, mi capitán. ¿Quién diría que Resident Evil tiene algo que ver con El club de los poetas muertos? Nada tiene que ver, pero mi retahíla de citas peliculeras ha acabado conectándolas. He hilado citas como Sancho refranes, menos mal que no hay aquí un don Quijote que me lo estorbe. Nadie me lo estorba, no. Ahora si acabaré, y lo haré con los crímenes de la Rue Morgue, de Edgar Allan Poe (fragmento)
»Caminaba usted con los ojos fijos en el suelo, mirando, con malhumorada expresión, los baches y rodadas del empedrado, por lo que deduje que continuaba usted pensando todavía en las piedras. Procedió así hasta que llegamos a la callejuela llamada Lamartine, que, a modo de prueba, ha sido pavimentada con tarugos sobrepuestos y acoplados sólidamente. Al entrar en ella, su rostro se iluminó, y me di cuenta de que se movían sus labios. Por este movimiento no me fue posible dudar que pronunciaba usted la palabra «estereotomía», término que tan afectadamente se aplica a esta especie de pavimentación. Yo estaba seguro de que no podía usted pronunciar para sí la palabra «estereotomía» sin que esto le llevara a pensar en los átomos, y, por consiguiente, en las teorías de Epicuro. Y como quiera que no hace mucho rato discutíamos este tema, le hice notar a usted de qué modo tan singular, y sin que ello haya sido muy notado, las vagas conjeturas de ese noble griego han encontrado en la reciente cosmogonía nebular su confirmación. He comprendido por esto que no podía usted resistir a la tentación de levantar sus ojos a la gran nobula de Orión, y con toda seguridad he esperado que usted lo hiciera. En efecto, usted ha mirado a lo alto, y he adquirido entonces la certeza de haber seguido correctamente el hilo de sus pensamientos. Ahora bien, en la amarga tirada sobre Chantilly, publicada ayer en el Musée, el escritor satírico, haciendo mortificantes alusiones al cambio de nombre del zapatero al calzarse el coturno, citaba un verso latino del que hemos hablado nosotros con frecuencia. Me refiero a éste:
Perdidit antiquum litera prima sonum.
»Yo le había dicho a usted que este verso se relacionaba con la palabra Orión, que en un principio se escribía Urión. Además, por determinadas discusiones un tanto apasionadas que tuvimos acerca de mi interpretación, tuve la seguridad de que usted no la habría olvidado. Por tanto, era evidente que asociaría usted las dos ideas: Orión y Chantilly, y esto lo he comprendido por la forma de la sonrisa que he visto en sus labios. Ha pensado usted, pues, en aquella inmolación del pobre zapatero. Hasta ese momento, usted había caminado con el cuerpo encorvado, pero a partir de entonces se irguió usted, recobrando toda su estatura. Este movimiento me ha confirmado que pensaba usted en la diminuta figura de Chantilly, y ha sido entonces cuando he interrumpido sus meditaciones para observar que, por tratarse de un hombre de baja estatura, estaría mejor Chantilly en el Théâtre des Varietés.
jv.gilead.org.il/perez/Textos/EPoe/I.htm (Para aquellos que les haya dejado con las ganas de leer todo el capítulo)
Dupin es un genio está claro, muy intuitivo. Aunque no conozcas a alguien, con el hecho de mirar, y mirar bien, intuyes cosas en la gente. A veces las apariencias engañan y la intuición falla, aunque el conocer también falla, porque ni nosotros mismos nos conocemos. Los sentidos nos engañan, la gente engaña, lo verdadero está en lo que se puede probar empíricamente, aunque igual las pruebas también pueden engañar y ser falsas no sé. (El mito de la caverna, homenaje a Prof. filosófico Dani). Pero… ¿Qué tal combina intuición y pruebas? En todo caso, ya da igual.
Increíble. Todo esto empezó con Resident Evil y ha acabado con el intuitivo Dupin de Edgar Allan Poe. Pasando por una indirecta muy bien hilada. ¡Qué sexy! (homenaje a mí misma, claramente).
