miércoles, 26 de noviembre de 2008

DIEZ HOSPITALES ENSAYARÁN UNA VACUNA CONTRA LA COCAÍNA EN 2009


"Inyectarán durante seis meses a 164 toxicómanos una sustancia que genera anticuerpos y bloquea la llegada de la droga al cerebro".

A partir de marzo de 2009, una invección cada tres semanas durante al menos seis meses entrará en los brazos de dos centenares de toxicómanos repartidos por una decena de hospitales españoles. En la jeringilla habra una mezcla líquida de una proteína y una molécula de la cocaína. Y, si sale bien, duspués de enero de 2010 el invento podría estar disponible en su farmacia.
La sustancia la han desarrollado los laboratorios Celtic, sobre cuyo modelo trabajarán los hospitales de aqui. Entre ellos estarán el Hospital Ramón y Cajal(Madrid) y el Vall d' Hebrón(Barcelona).
Tratarán a entre 140 y 180 personas con un alto grando de adicción a la cocaína que reconozca su dependencia y que quieran abandonar el consumo. La vacuna tiene muchos "comecocos", anticuerpos anticocaína. Si un día se esnifa coca, ésta entra en el suero y va a por el cerebro, que es donde más actúa, pero en el camino desde el pulmón hasta el cerebro, los "comecocos" se comen la cocaína, no pasan la barrera del cerebro y no producen el placer esperado.
La cuestión tiene que ver con el peso. La molécula de la cocaína no tiene el suficiente como para que el organismo genere anticuerpos. La vacuna añade a esa molécula una proteína que no produce rechazo pero suma un peso suficiente como para que se creen anticuerpos que luchen contra esa invasión desconocida. Es decir, el individuo consume cocaína, pero no siente lo que experimentaba antes. No la reconoce y se supone que la deja de tomar.


3 comentarios:

Ilde dijo...

Muy interesante. El único inconveniente que veo es si el toxicómano no siente los efectos esperados tratará de tomarse una dosis más alta, con el consiguiente peligro de "pasarse de la raya".

Ana Raquel Román Ramos dijo...

Sí que es interensate la noticia. Muy buena. Y merecedora de opinión además de porque me ha motivado, por lo que se ha extendido, ya que he aquí una gran parrafada y encima interesante que es lo difícil. Bueno ahí voy a dar mi opinión sobre el tema y ha hacer otra parrafada.
Como de costumbre he estado indagando por allí, por allá, navegando por la red, navegando en Internet. Y he encontrado un extracto que podría solucionar, creo, la duda que me ha surgido al ver el comentario de Ilde. Y es la siguiente: ¿Si no produce efectos o los disminuye, podría abusarse, o "pasarse de la raya" (que buen doble sentido sí, sí señor) hasta el punto de correr el riesgo de que se produjera una sobredosis?
Pues creo que no y ¿Por qué? ¿Qué me ha llevado a tan descabellada conclusión?(Pongo el extracto de texto tal cual)

Una de las técnicas involucra manufacturar anticuerpos selectivos y específicos en el laboratorio y luego inyectarlos en el cuerpo. La técnica de anticuerpos tradicional lleva semanas a meses para provocar el ataque del sistema inmune, mientras que estos métodos pueden provocar una respuesta localizada e inmediata. Un estudio reciente descubrió que una dosis de anticuerpos anti-PCP protegía a las ratas del PCP por dos a cuatro semanas, lo que sugiere que podría producir un bloqueo de larga duración contra el efecto de placer de la droga en los humanos.

Y AQUÍ ESTÁ LO INTERESANTE.
Los estudios animales también indican que puede neutralizar rápidamente una sobredosis de PCP y parar sus efectos tóxicos.

El único problema que parece plantear el uso de estas vacunas es ético. Y es que limita la libertad del individuo. Aquí de pronto me he puesto yo a filosofar. Aquel que toma cocaína la busca con sus efectos, no busca un placebo, entonces, si se le vacuna se le evitan esos efectos. Y se plantea ponerla tanto a quien se quiere quitar de la droga, como a los niños, como cualquier otra vacuna que se pone ahora. El drogodependiente elige quitarse y vacunarse por tanto, pero cuando la toma, porque la va a tomar de nuevo ya que este sistema actúa evitando que llegue al cerebro y en consecuencia evitando su adicción. Veo lo siguiente:

-Por un lado él elegiría quitarse y sería libre.
-Por otro elegiría la vacuna que hace que en su organismo no se produzcan efectos ni sobredosis cuando él decide tomar la droga.
-Y para acabar creo que el drogodependiente no es libre por ser esclavo de un vicio como son las drogas.
CONCLUSIÓN:Si el remedio plantea un problema ético, el de la no libertad, las drogas también plantean el mismo a mi modo de ver. Por tanto, no es peor en este caso el remedio que la enfermedad, son iguales. De modo que el problema ético de esta vacuna para mí no tiene importancia. Se anulan, como en mates, menos por menos es más.Chin pum.

Ilde dijo...

Si los anticuerpos son tan eficaces que bloquean una dosis alta de droga bienvenidos sean. El toxicómano y dejará de consumir bien por aburrimiento o por ruina económica.
Por otro lado dudo que la vacuna vaya a incluirse como obligatoria por parte de la sanidad para los menores como si fuera el sarampión o la rubeola. Si la toma un adulto voluntariamente se acaba el problema de falta de libertad. Si la toma un menor voluntariamente estaríamos en el mismo caso.
La discusión estaría si los padres de un menor deciden que su hijo debe tomar la vacuna en prevención de una drogodependencia. Vosotros tenéis 16 años. Sois los que tenéis que opinar. ¿hasta que edad un menor debe decidir por si mismo si toma la vacuna? ¿Cuándo consideráis que un menor debe tener libertad de elección sobre si entrar en el mundo de las drogas o mantenerse al margen? ¿a los 10 años? ¿a los 14? ¿a los...?
¿a qué edad es consciente de dónde se mete?