"Los cirujanos de EEUU la mantuvieron con vida durante 118 días con un aparato que bombeaba su sangre. Es la primera vez que se logra este hito con un menor".
D' Zhana Simmons durante 118 días permaneció pegada a una máquina que suplió las funciones de este órgano vital. Zhana tiene 14 años y hasta principios de este año llevaba una vida normal en Carolina del Sur. La joven comenzó a sufrir dolores en la parte izquierda de su abdomen. Después de visitar a varios especialistas le diagnosticaron una miocardiopatía dilatada.
El corazón expande su tamaño y se debilita por lo que no puede bombear la sangre de forma eficiente.
El 2 de julio a Zhana se le transplantó un primer corazón. Tan solo unos días después los cirujanos tuvieron que volver a intervenir para extraerlo. Con el primer trasplante el corazón no trabajó bien. Se formó un coágulo de sangre y el órgano perdió su función. Se le conectó a un dispositivo con dos bombas de sangre que le mantuvieron viva durante ese tiempo.
La joven tuvo que pasar los 118 días internada en el hospital muy débil y aquejada por sucesivas infecciones, y aunque sus riñones y sus pulmones también resultaron dañados, finalmente salió adelante.
El pasado 29 de Octubre a Zhana le fue transplantado un nuevo corazón. Al día siguiente tuvo que entrar de nuevo en el quirófano,ya que los fallos renales sufridos después del primer trasplante obligaron a los médicos a implantarle también el riñón de un donante.
La joven ya ha abandonado el hospital y se encuentra internada en la Ronald McDonald House, donde permanecerá durante su rehabilitación. Su vida puede ser bastante buena, pero necesitará tomar medicamentos para controlar el ritmo cardiaco y para evitar que el cuerpo rechaze el corazón. Zhana podrá entonces volver al instituto, jugar y hacer lo mismo que otras jóvenes de su edad, pero cuando tenga 30 o 35 años seguramente tendrá que someterse a un nuevo trasplante.
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